Terapeutas ocupacionales, los héroes sin capa que ayudan a recuperar funcionalidades
El 5 de noviembre de 2012 Diego Palma Correa sufrió un accidente de tránsito. Este hombre de 56 años tuvo fractura de tibia, peroné, fémur de la pierna izquierda, incluso el cúbito y el radio de la mano izquierda se vieron afectados; además sufrió una ruptura en el plexo braquial, que es el ramillete de nervios que bajan del cuello a la extremidad superior.
Por tal motivo, perdió movilidad en ambas extremidades, a tal punto de tener que utilizar silla de ruedas. Su brazo, “el loquito” como le dice él, no tiene sensibilidad, no tiene control y se le cae. Ante esto, Daniela Palma Arroyo, su sobrina que es egresada de la Universidad del Valle, le recomendó acudir a terapia ocupacional.
El paciente empezó a recibir terapia tres veces a la semana en el Centro de Servicios en Rehabilitación Humana de la Universidad del Valle, sede San Fernando. En este lugar, profesores y estudiantes univallunos de fonoaudiología, fisioterapia, terapia ocupacional, psicología y trabajo social, ofrecen servicios y programas de rehabilitación integral que fomentan el desarrollo humano de las personas en todas las edades.
Al tiempo de haber empezado a recibir terapia ocupacional, a Diego Palma le entregaron una prótesis, diseñada exclusivamente para él, por la terapeuta ocupacional de la Universidad del Valle, Patricia Murillo, con el objetivo de recuperar las habilidades que tenía en su mano antes del accidente.
“La llevo puesta todo el día. Cuando voy en el bus, dejo reposar el brazo en mis piernas. La prótesis le da firmeza a mi brazo y me siento seguro. No he perdido el funcionamiento de extender y recoger los dedos gracias a este aparato, porque me ayuda a evitar que mis dedos se queden rígidos y recogidos hacia la planta de la mano”, manifiesta el señor Palma con un tono de alivio en su voz.
Diego Palma descubrió en la terapia ocupacional una luz de esperanza. Muchos desconocen la existencia de la terapia ocupacional, incluso es muy común que las personas la confundan con salud ocupacional. Sin embargo, son dos disciplinas muy distintas.
Para comenzar, es importante conocer de qué se trata la terapia ocupacional. Natalia Ramírez, terapeuta ocupacional de la Universidad del Valle, afirma que su trabajo se basa en generar estrategias para recuperar la ocupación de la persona.
“La ocupación, es decir, todo lo que hace una persona diariamente y que puede verse afectado por muchos factores”, sostiene Natalia.
Melissa Ramírez Montoya, terapeuta ocupacional, especialista en ergonomía y encargada del servicio de terapia ocupacional en la Cruz Roja Colombiana, Seccional Valle del Cauca, asegura que se trata de una profesión encargada de fortalecer las habilidades de las personas para que tengan un mejor desempeño ocupacional.
“Los terapeutas ocupacionales realizamos actividades con un propósito: permitir que las personas puedan recuperar funciones o fortalecer las que ya tienen”, precisa la especialista en ergonomía.
La terapia ocupacional tiene diversos campos de acción, teniendo en cuenta que todas las actividades que realiza el ser humano competen al mismo. Depende de la etapa en la que se encuentre el paciente, las patologías y las condiciones en las que se desarrolla.
Uno de esos campos es la tecnología y la investigación, enfocada en el diseño y fabricación de ayudas y apoyos para la ejecución de actividades diarias.
El terapeuta ocupacional o Teo, como se conoce comúnmente a este profesional de la salud, realizan la creación de prótesis, que es un apoyo u otro dispositivo externo aplicado al cuerpo para modificar los aspectos funcionales o estructurales del sistema neuromusculoesquelético.
Natalia Ramírez, también magister en ingeniería biomédica, explica que “una prótesis se utiliza cuando se presenta un daño muscular o nervioso, para ayudar a recuperar las funciones, pero no cuando se pierde el miembro completamente, para esto se utilizan prótesis”.
Existe un proceso a la hora de la realización de la prótesis. Diana Giraldo, estudiante de octavo semestre en la Escuela Nacional del Deporte especifica que en este procedimiento “el terapeuta evalúa la mano por medio de componentes motores, sensitivos y cognitivos para saber si el paciente es capaz de cuidar ese artefacto. Luego ya se hace el molde”, la estudiante agrega que busca que se cumpla una función y evitar una deformidad en el área afectada.
Cabe destacar que una vez se le implementa la prótesis al paciente, este debe continuar en terapias, pues esta herramienta ayuda a recuperar las habilidades que se tenían antes.
El paciente Palma señala que los terapeutas ocupacionales, quienes celebran el Día Mundial cada 27 de octubre, le han mostrado que es posible sentirse útil e independiente. “Me enseñaron a vestirme con un sólo brazo. Me han aportado elementos para saber abrocharme el pantalón y amarrarme los zapatos”.
Incluso, este paciente que goza ya de su jubilación, cuenta que le diseñaron un aparato especial para lograr lavarse la espalda. “Gracias a las terapias, mi brazo no ha perdido casi masa muscular a pesar de que no lo puedo mover”, expresa con gratitud en su mirada.
Es así como un terapeuta ocupacional se convierte en un héroe sin capa. Para Diego Palma los terapeutas ocupacionales le devuelven la seguridad y las habilidades a la persona que ha sufrido un accidente, para hacerles sentir que son capaces de enfrentar su vida a pesar de las lesiones o pérdidas.
Día del Terapeuta Ocupacional, el 17
- En Colombia el día del Terapeuta Ocupacional se celebra el 17 de noviembre. Por ello, profesionales, estudiantes, docentes y egresados de esta área de la Universidad del Valle, la Universidad Mariana de Pasto y la Escuela Nacional del Deporte, se reunirán en la sede de esta última, el 22 de noviembre, de 2:00 a 6:00 p.m. El evento es una iniciativa del Colegio Colombiano de Terapia Ocupacional, cuya regional sur es sede anfitriona este año, informó Lenis Judith Salazar Torres, integrante de la junta directiva de la seccional y docente de la Universidad del Valle.
- Informes:cctoregionalsur@gmail.com
Nota Tomada de El País, escrita por: Natalia Fernández, Integrante del Semillero UAO-El País
Fecha de publicación 18/11/2019
Última modificación 19/11/2019